Los ciclos y formas de la naturaleza, la información contenida en todo lo que está vivo y los patrones que organizan la expresión de la vida son la temática principal de mi obra. Como seres humanos somos parte de esos ciclos y leyes que rigen el mundo natural, no estamos separados. Sin embargo, en pleno siglo 21 parecemos estarlo y enfrentamos grandes desafíos que cuestionan dicha separación ante el riesgo que implica el cambio climático y la destrucción de la naturaleza producto del afán de desarrollo económico ilimitado.

Mi llegada al Cajón del Maipo marcó un antes y un después en mi obra. La cercanía con el paisaje imponente de la cordillera, su materialidad, así como cultivar la tierra y observar los ciclos naturales directamente, generó un cambio muy relevante en mi trabajo escultórico, el que defino como abstracción orgánica. En él busco abordar la relación materia, espacio y vacío a través de formas que hacen referencia a la naturaleza. Uso materiales naturales con poca intervención junto con elementos que requieren procesos industriales, planteando en esa dicotomía la distancia entre lo natural y lo artificial propio de nuestra cultura, así como el reconocimiento profundo de una pertenencia a aquello natural.